El Sr. Cardenal celebra la Misa en la Capelinha de las Apariciones en Fátima
INFORMATIVO especial desde Fátima y Portugal de: JAIME VILALTA BERBEL. www.fatimavirtual.com/CAESFA El Arzobispo de Barcelona, Su Eminencia el Cardenal Lluís Martínez Sistach en el Santuario de Fátima, donde presidió, a las 9h30, la concelebración y Santa Misa que además «en lengua catalana» se celebró en la Capelinha de las Apariciones, el miércoles día 8 de [...]

INFORMATIVO especial desde Fátima y Portugal de:
JAIME VILALTA BERBEL. www.fatimavirtual.com/CAESFA
El Arzobispo de Barcelona, Su Eminencia el Cardenal Lluís Martínez Sistach en el Santuario de Fátima, donde presidió, a las 9h30, la concelebración y Santa Misa que además «en lengua catalana» se celebró en la Capelinha de las Apariciones, el miércoles día 8 de agosto y coincidiendo con un viaje y estancia en Lisboa y Portugal.
Fue una auténtica excepción que «en lengua catalana» pudiera celebrarse la Santa Misa en el mismo lugar de las Apariciones y Santuario de la Cova da Iría, tanto más por la homilía también pronunciada y porque se trataba del Cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach que de visita a Portugal por unos días y estancia en Lisboa, se acercó y peregrinó hoy -miércoles día 8 de agosto- al Altar del mundo y Santuario de Portugal.
La Santa Misa que estaba anunciada ya desde ayer martes, como de una concelebración de la Diócesis de Barcelona a las 9h30, acabó por contar con un nutrido grupo de sacerdotes y el propio Cardenal arzobispo de Barcelona, que al empezar el Acto Eucarístico dijo:
-«Nos disponemos hermanos y hermanas, a celebrar la Sagrada Eucaristía ,Memorial de la Muerte y de la Resurrección de Jesús, aquí a los pies de la Madre de Dios, Ella que nos ha dado el Hijo de Dios, encarnado en sus entrañas virginales y que por amor a todos nosotros y a toda la humanidad dio su vida en la cruz y resucitó.
Celebremos ese amor de Dios Nuestro Señor, aquí en Fátima, tan vinculado a la Iglesia universal a través sobre todo de toda la Iglesia, pero también de una manera especial a nuestro estimado Papa, el Beato Juan Pablo II.»
Después de celebrar la Santa Misa a los pies de la Virgen de Fátima, el Cardenal Arzobispo de Barcelona, visitó la Iglesia de la Santísima Trinidad, la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y donde se encuentran las tumbas de los Tres Pastorcitos Videntes de Fátima, para tras el almuerzo en la Casa Do Carmo en la Rectoría del Santuario, regresar aún miércoles día 8 por la tarde a Lisboa.
Síntesis de la HOMILÍA pronunciada -en lengua catalana- por el Cardenal arzobispo de Barcelona, Don Luis Martínez Sistach en la Capillita de las Apariciones y en concelebración de la Santa Misa de miércoles día 8 de agosto a las 9h30:
-«Es un privilegio poder celebrar la Eucaristía, la Misa, aquí a los pies de la Virgen la Madre de Dios de Fátima, es un privilegio y es un peregrinaje que viniendo de lejos muchos de los que estamos aquí lo hacemos con una actitud de fe, nos encontramos con María.
Pero si es verdad de que nosotros, venimos de lejos para encontrarnos con María es porque María nos ha visitado antes a todos nosotros y a toda la humanidad.
Hoy hemos visto o mejor hemos escuchado este fragmento del Evangelio, la Visitación de María a su parienta Isabel allí en la montaña.
María fue decisivamente a visitar a su parienta y fijémonos en esa actitud de María, que es la actitud que ha tenido siempre, visitarnos también en Fátima aquel 13 de mayo de 1917, en medio de un mundo convulso, un mundo difícil, pero un pueblo sencillo y humilde, aquí como en otros lugares donde la Virgen María se ha aparecido, no ha personas muy importantes sino a personas muy sencillas, los Pastorcitos no tenían ni colegios, pero eran personas sencillas que rezaban y tenían toda la fe.
María se aparece a estos Pastores aquí, donde estamos ahora nosotros aquel 13 de mayo de 1917.
La Visita de María a su parienta Isabel, la visita de María aquí en Fátima, la visita de María a tantos y tantos lugares, apareciéndose o a través también de las imágenes de la Madre de Dios «encontradas» de una manera milagrosa, es también una visita de María a cada pueblo, a cada cultura, a cada lugar del mundo, María que tiene esa misión de ofrecernos al Hijo de Dios.
Importante subrayar este aspecto, que es tan rico del párrafo del Evangelio, aquí en este lugar de las Apariciones de la Virgen de Fátima en aquel 1917 y hasta octubre, el día 13 de cada mes, menos en agosto que fue el día 19…»