El proceso de beatificación de Antonio Gaudí

José Manuel Almuzara Pérez explica el proceso que se está siguiendo para la beatificación de Antonio Gaudí y en el punto donde se encuentra actualmente

El proceso de beatificación de Antonio Gaudí comenzó por la iniciativa de un sacerdote que tras leer una biografía del arquitecto vio que éste era digno ejemplo para los cristianos. Desde el 10 de junio de 1992 en la que se funda la Asociación para la Beatificación de Antonio Gaudí, de la que es presidente José Manuel Almuzara y compuesta por distintos profesionales, han estado promoviendo al principio con estampitas, charlas y exposiciones la devoción personal de Antonio Gaudí. Según las informaciones que se tienen del proceso, es muy posible que sea nombrado Venerable esta misma primavera.

Gaudí fue un arquitecto genial y un cristiano consecuente. Esta razón es ya suficiente como para ser venerado por la Iglesia. Pero además fue capaz de unir arquitectura, arte y fe cristiana. En todo lo que hace transmite los dones que tiene con un trabajo bien hecho sintiéndose un colaborador de Dios.

“Cada uno mire cómo edifica”

A través de las obras arquitectónicas es como Gaudí nos dejó una catequesis perenne para los cristianos. Almuzara nos explicó cómo por ejemplo la Sagrada Familia apunta y centra la atención de los visitantes hacia el cielo, hacia la santidad de todos. En los cimientos se encuentran símbolos de las diferentes herramientas de los artesanos y profesiones: carpintero, picapedrero, albañil,… Si continuamos por las columnas salomónicas, pone las siglas de Jesús, María y José (JMJ) en un triángulo. Por las columnas, en latín y catalán, encontramos esculpidas las palabras: oro (la limosna), incienso (la oración) y la mirra (el sacrificio). Al final de las columnas están los santos y los frutos que dejan para la Iglesia. Gaudí en esta progresión de símbolos nos deja en piedra la invitación para aspirar a la santidad desde nuestro trabajo concreto, siguiendo a la Sagrada Familia y con nuestra limosna, oración y sacrificio.

Como dijo Benedicto XVI en la homilía de consagración del Templo, Gaudí fue un ejemplo cristiano pues “superó la escisión actual entre la conciencia humana y la conciencia cristiana, entre la existencia en este mundo temporal y la apertura a una vida eterna, entre la belleza de las cosas y Dios como la Belleza. Esto no lo hizo con palabras sino con piedras, trazos, planos y cimientos”.

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