El presbiterio diocesano en Roma en los actos de clausura del Año Sacerdotal
El Sr. Cardenal-arzobispo, Dr. Lluís Martínez Sistach, el Obispo Auxiliar, Mons. Sebastián Taltavull Anglada, los vicarios episcopales, el secretario general y canciller, y un grupo de sacerdotes de los diferentes arxiprestas de la archidiócesis, participaron en los actos de clausura del Año Sacerdotal, celebrados en Roma, los pasados 9 al 11 de junio. El miércoles [...]
El Sr. Cardenal-arzobispo, Dr. Lluís Martínez Sistach, el Obispo Auxiliar, Mons. Sebastián Taltavull Anglada, los vicarios episcopales, el secretario general y canciller, y un grupo de sacerdotes de los diferentes arxiprestas de la archidiócesis, participaron en los actos de clausura del Año Sacerdotal, celebrados en Roma, los pasados 9 al 11 de junio.
El miércoles día 9, por la mañana, tuvo lugar en las iglesias de San Juan y San Pablo un encuentro con cientos de sacerdotes de todo el mundo, convocados en cada una de estas principales basílicas romana según los países de origen. El grupo de sacerdotes catalanes participaron en los actos celebrados en San Juan de Letrán.
En primer lugar, hubo una conferencia, a cargo del cardenal-arzobispo de Colonia, Mons. Joachim Meisner, pronunciada en la basílica de San Pablo y retransmitida con circuito de TV por los asistentes en la basílica de San Juan, sobre Conversión y Misión. A continuación hubo Adoración Eucarística y la celebración de la Misa, presidida por el secretario de la Congregación para el Clero, Mons. Mauro Piacenza.
Por la tarde de ese mismo día, los representantes de las delegaciones de habla hispana fueron recibidos, en la sala de actos del Ayuntamiento, por el alcalde de Roma, el cual entregó a cada sacerdote un escrito de bienvenida, «en la ciudad eterna, -dijo- cuna de la civilización occidental y faro de la cristiandad por el mundo».
El jueves, día 10, por la mañana, a las mismas basílicas del día anterior, hubo una segunda conferencia o meditación, a cargo del cardenal-arzobispo de Québec, Mons. Marcus Ouellet sobre «El Cenáculo: invocación al espíritu Santo con María, en fraterna comunión». A contiuación, hubo Adoración Eucarística y la Misa, presidida por Mons. Robert Sarah, Secretario de la Congregación para la evangelización de los Pueblos.
Por la noche, en la plaza de San Pedro, hubo una vigilia de oración en una primera parte de testimonios y momentos musicales. En la segunda parte, intervino el Santo Padre Benedicto XVI que fue respondiendo con mucha fluidez a las preguntas que le hicieron los representantes de todos los continentes sobre diferentes aspectos del sacerdocio ministerial: el estudio, la espiritualidad, la Eucaristía, la identidad presbiteral y el celibato. A continuación hubo Adoración y bendición Eucarística.
Finalmente, el viernes, día del Sagrado Corazón, el Santo Padre presidió una solemne celebración de la eucaristía, en la plaza de San Pedro, en la que participaron cerca de 15.000 sacerdotes. El Papa pidió perdón por el escándalo de algunos curas e insistió en la radicalidad del seguimiento de Jesucristo. Todos los presbíteros asistentes renovar las promesas de su ordenación e hicieron una oración de consagración a María Inmaculada.