El IV Congreso litúrgico de Montserrat continua ofreciendo los fundamentos y la práctica de la acción litúrgica

Cerca de 200 personas participan en el simposio convocado por la Conferencia Episcopal Tarraconense y el P. Abad de Montserrat, con la colaboración del ISLB y el CPL

El pasado sábado al mediodía tuvo lugar en Montserrat la clausura del IV Congreso Litúrgico de Montserrat que durante los días 16, 17 y 18 de abril se celebró en la Facultad de Teología de Cataluña y el Monasterio de Montserrat. En las sesiones organizadas durante estos tres días participaron cerca de 200 personas, entre las cuales se encontraban los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense y de la abadía de Montserrat. Coincidiendo con el centenario del Primer Congreso Litúrgico de Montserrat en 1915, quisieron hacer una mirada hacia el pasado y también una mirada hacia el futuro.

Actos de clausura
La última conferencia del Congreso estuvo a cargo de Mons. Piero Marini, arzobispo Presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales y Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias (1987-2007), con el título Algunos desafíos de la reforma litúrgica: recuerdos y testimonios, que se podrá descargar próximamente la web de Comunicación de Montserrat.

El Congreso finalizó con la Misa Conventual de la comunidad participada por numerosos fieles, nueve obispos y unos ochenta concelebrantes presididos por el arzobispo primado Mons. Jaume Pujol, quien en la homilía citó una profética frase de su predecesor de hace un siglo, Antolí López Peláez: «Tomar parte activa en la liturgia de lo posible, utilizar sus métodos y hasta sus mismas palabras de oración ayuda a mantenerse adheridos al fundamento sobre el que se levanta la Iglesia … ya permanecer inalterablemente en la nave donde la fe no sufre naufragio y el puerto de salvación nunca deja de verse «. Al final, la Escolanía ofreció a los presentes un breve repertorio de motetes y el canto del Virolai.

Los retos del Congreso

Tal y como expresó en el acto de inauguración el P. Abad de Montserrat, Josep M. Soler, «es el momento de analizar el camino recorrido en los últimos cien años y de afrontar los retos que el postconcilio y la situación eclesial y social de hoy plantean en la vida litúrgica de las diócesis con sede en Cataluña. Algunos de los retos que apuntó el abad son los siguientes: «la participación activa de los fieles en la liturgia, acercar a los jóvenes a la liturgia y potenciar la mistagogia litúrgica, que hay que completar con una formación bíblica básica». Según el abad, «a pesar de ser retos tratados en los Congresos anteriores, era necesario volver a considerar en un contexto diferente».

«Tomar parte activa en la liturgia de lo posible, utilizar sus métodos y hasta sus mismas palabras de oración ayuda a mantenerse adheridos al fundamento sobre el que se levanta la Iglesia … ya permanecer inalterablemente en la nave donde la fe no sufre naufragio y el puerto de salvación nunca deja de verse «. Con esta profética frase de su predecesor Antolí López Peláez, el arzobispo primado Mons. Jaume Pujol puso fin al Congreso presidiendo una Misa Conventual de la comunidad, donde participaron numerosos fieles, nueve obispos y unos ochenta concelebrantes.

Opiniones sobre el Congreso

El decano de la Facultad de Teología de Cataluña, Dr. Armand Puig, manifestó que este Congreso de 2015 ha sido una mirada hacia el pasado, a cien años del Primer (1915), y una mirada hacia el futuro. La celebración litúrgica, a menudo una eucaristía, es un acontecimiento que expresa y renueva la fe de la Iglesia y de los cristianos. Por eso es importante que el lenguaje de la celebración hable a las personas de hoy. Se trata a la vez de mantener e innovar, de reencontrar los grandes ejes de la liturgia cristiana, de profundizar en la conexión entre liturgia (servicio de Dios) y vida concreta (servicio de los pobres). La liturgia debe ser profundamente espiritual; de otro modo, se convierte en un rito vacío o bien un simple discurso teórico. El símbolo tiene una fuerza innegable, como la tiene la palabra de Dios, de modo que los gestos y las palabras, la música y la oración forman un solo todo «.

Por otra parte, el director del Instituto Superior de Liturgia de Barcelona, ​​Dr. Jaime González Padrós, aseguró que con este Congreso «hemos mostrado, una vez más, la estima y la tradición litúrgica que vivimos y, al mismo tiempo, la necesidad de no abandonar una reflexión y profundización hacia esta realidad -la liturgia sagrada- que es fuente primaria y necesaria de la vida cristiana «.

Finalmente, el Dr. Jaume Fontbona, presidente del Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona, ​​apuntó que hay dos peligros a evitar, por parte de pastores y fieles: «usar la liturgia como proyectil y como afirmación de la pertenencia a un determinado grupo eclesial. Debemos procurar no hacer ideología de un estilo concreto de celebrar, ni fomentar el pietismo fundamentalista, tan alejado de una auténtica espiritualidad litúrgica. Por lo tanto, se debería evitar significarse y defenderse ideológicamente con un modo de celebrar. Pastores y fieles de cada realidad cultural debemos consensuar la expresión común de la fe, los signos visibles que expresen la fe de la Católica en cada lugar y en la propia lengua y cultura. El segundo peligro es el de desvincular la liturgia de los otros dos pie con el que camina todo Pueblo de Dios hacia el banquete de la ciudad santa, la Jerusalén celestial. Estos dos pies son la acción solidaria y sanadora y la acción evangelizadora «.

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