El cristianismo, principal factor de cambio urbano y político en la Barcelona visigótica
El Museo de Historia de Barcelona inaugura un nuevo recorrido arqueológico que muestra un conjunto episcopal con una sala de recepción donde el obispo recibía sus visitas y un baptisterio del siglo IV

‘Barcelona en la antigüedad tardía’. Este es el nombre de la nueva exposición permanente que acaba de inaugurar el Museo de Historia de Barcelona, ​​con 116 piezas procedentes de excavaciones en la ciudad con una cronología entre los siglos IV y VII. El nuevo recorrido proporciona las claves necesarias para explicar las profundas transformaciones políticas, religiosas, sociales y urbanas en la Barcelona cristiana y visigoda durante la antigüedad tardía.
Y es que, después de la gran crisis del siglo III, que hizo tambalear las estructuras políticas, sociales y económicas del mundo romano, Occidente se adentró en el período histórico conocido como antigüedad tardía (siglos IV-VII), en el que tuvieron un papel fundamental la difusión del cristianismo, convertido en el siglo IV en religión oficial.
Hallazgos relacionados con la religión
Los símbolos cristianos se encuentran en numerosos objetos cotidianos de la época como el reverso de las monedas, que a partir del siglo IV incorporan la cruz o el crismón. Pero también las laudes funerarias, los sarcófagos de las élites, las lámparas o los anillos ponen de relieve la adopción del culto cristiano por parte del Estado.
Incluso el foro perdió su antiguo papel como centro administrativo y los grandes edificios públicos cambiaron de uso como las termas públicas que, en el siglo V, se reutilizaron como espacios de culto cristiano.
Barcino, una ciudad para dos obispos
Desde el establecimiento de los visigodos -que eran arrianos- en Barcino hubo dualidad de culto. En la ciudad convivieron con normalidad los recién llegados arrianos (que se quedaron con el grupo episcopal de la Catedral) y la población local que era católica (y que trasladó su núcleo episcopal a la actual basílica de los Santos Justo y Pastor). Esta tolerancia permitió la existencia en Barcelona de dos centros episcopales y de dos obispos, como representantes y cabezas visibles de las respectivas sedes.
El papel de los obispos desde el eclipse de la administración romana fue ganando peso. En tiempos visigóticos, los obispos ejercieron verdaderas funciones de gobierno: garantizaban la fiabilidad de pesas y medidas, recaudaban impuestos y promovían obras y rehabilitaciones. También impartían justicia en el tribunal episcopal, que tomó importancia a partir del siglo V.
El horario de visita es de martes a sábados de 10h a 19h y domingos de 10 a 20h. Los lunes el museo permanece cerrado.