El Concilio Tarraconense, más actual que nunca

La Fundación Claret organizó un Simposio que sirvió para buscar los elementos de aquel gran acontecimiento eclesial que pueden dinamizar el presente y el futuro de la Iglesia de Cataluña

¿En que puede iluminar hoy la Iglesia en Cataluña? Para responder a esta pregunta, la Fundación Claret organizó este sábado en la Sala Casaldáliga un Simposio que, más que hacer propiamente un balance de los frutos del Concilio, sirvió para buscar los elementos de aquel gran acontecimiento eclesial que pueden dinamizar el presente y el futuro de la Iglesia de Cataluña.

«De alguna manera lo que queremos es relanzar un acontecimiento eclesial muy importante, tanto en participación, com en el sentido de que la Iglesia de Cataluña tiene unos retos comunes importantes», remarcó el presidente de la Fundación Claret, P. Máxim Muñoz. El Concilio Provincial Tarraconense supuso para toda la Iglesia de Cataluña un evento de primera magnitud, a pesar de dificultades y recelos. Y esto ocurrió por varias razones: por la dinámica de participación que generó, por las reflexiones que provocó en varios círculos y por las conclusiones que adoptaron

Papel en el nuevo contexto

A 20 años de la celebración, en un nuevo contexto eclesial y socio-político, se puede preguntar cuáles de sus intuiciones, dinamismos o reflexiones vale la pena no dejar perder y relanzarlo con un nuevo impulso: temas que quedaron en el «cajón del Abad», sobre los que no se pudo debatir ni concluir con plena libertad, la participación que tanto impulsa el Francisco desde los diversos carismas y ministerios (obispos, laicos, clero diocesano, religiosos …), o la necesidad de proyectos interdiocesanos que sumen esfuerzos con respecto a los grandes retos que tiene Iglesia. 

El monje de la comunidad benedictina de Montserrat y director de la revista montserratina Documentos de Iglesia, P. Bernabé Dalmau, realizó una ponencia donde ubicó el Concilio en su contexto. También extrajo, como participante que fue, aquellos aspectos que realmente pueden iluminar el futuro y el presente de la Iglesia en Cataluña. «En el Concilio Tarraconense hubo una gran libertad de expresión y un respeto por las opiniones de todos. Esto hizo que mucha gente sugeriese cambios de estructura que sobrepasaban sus posibilidades. Ahora visto con perspectiva, vemos que muchos aspectos ya se han arreglado solos, otros se han arreglado por el trabajo constante de muchas personas y otros que antes eran muy importantes, ahora ya no lo son tanto», comentó.

Posteriormente llegó el turno del obispo emérito Soler Perdigó,  Secretario general del Concilio Provincial Tarraconense. Con su larga trayectoria eclesial, iluminó con una comunicación sobre estos mismos puntos. «El Concilio está vivo. Los principios e intuiciones que están articulados en las 170 resoluciones pueden ser hoy en día muy operativos «, remarcó.

Mesa Redonda

El acto concluyó con una mesa redonda moderada por el periodista Jordi Llisterri y formada por el cura y teólogo, Juan Torra, por el periodista, Marcel Juan, y por la Hija de la Caridad, Catarina Verdera. Durante el transcurso de la misma, se quiso destacar la validez de las resoluciones aprobadas en el Concilio, y se repasaron los nuevos retos que se presentan o los que se han acentuado, como la inmigración de otras tradiciones religiosas, o la transmisión de la fe a los jóvenes.

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