El Cardenal Sistach, pregonero de la Semana Santa de Vinaròs
El arzobispo de Barcelona recordó, con nostalgia, los momentos vividos como pastor diocesano de Tortosa y afirmó que el hecho religioso en estas fechas "ha arraigado profundamente en cada ciudad"

Vinaròs ha vuelto a recibir, después de algunos años, Al Cardenal Sistach. Esta vez, sin embargo, como arzobispo de Barcelona, ​​y pregonero de la Semana Santa de la ciudad valenciana. Y es que, la Iglesia Arciprestal de la Asunción de María, acogió el pasado viernes el pregón de inicio de la Semana Santa, que estuvo en manos del Cardenal Sistach. En éste, el arzobispo de Barcelona recordó los «momentos muy agradables que viví como pastor diocesano de Tortosa». A pesar de ser cinco años los que ejerció como tal, «me sentí vinarocense con todos vosotros en este lugar lleno de belleza y dinamismo».
La histórica Semana Santa de Vinaròs tiene sus orígenes en el siglo XVI con tres imágenes centrales que iniciaron las celebraciones de piedad popular de los vinarocenses: la imagen de El Nazareno, el Cristo del Hospital y el Ecce Homo. Sin embargo, se han unido una veintena de cofradías y hermandades que enriquecen las celebraciones de la Semana Santa y el Cardenal les dedicó a todos unas palabras: «La Semana Santa incide de una manera u otra en todos los vinarocenses, creyentes y no creyentes, porque, siendo un hecho religioso, es también un hecho social que forma parte de la historia, de la identidad y de la cultura de nuestra querida ciudad de Vinaròs».
Cristo, el centro de la Semana Santa
El protagonista de las celebraciones de estos días es Jesucristo y, por este motivo, el Cardenal Sistach llamó a todos los presentes a «vivir en una profunda unión con el Señor, buscando tener en nosotros los mismos sentimientos de Cristo». Pero esta Semana Santa también está insertada en la vida cotidiana de las personas, demostrando que «los hechos religiosos de la Semana Santa han arraigado profundamente en cada ciudad y cada pueblo y se han vivido intensamente dando origen a diversas tradiciones humanas, religiosas y culturales que marcan aquellas diferencias entre un lugar y otro».
La Semana Santa nos conduce a los orígenes del cristianismo, a nuestras raíces cristianas. Las celebraciones religiosas de estos días santos forman parte de nuestra identidad tanto por los contenidos de los misterios de la redención de Jesucristo, así como por las formas y maneras de celebrarlos: «Las celebraciones religiosas públicas de los cristianos merecen el respeto de la sociedad, de la administración y los ciudadanos porque son una expresión de la fe de los cristianos que viven, trabajan y se comprometen al servicio del bien común de la sociedad y de todos sus miembros».