El Cardenal M. Sistach participa en el encuentro informativo sobre los trabajos del Sínodo sobre la Familia
El Arzobispo de Barcelona ha puesto de relieve el largo camino que han recorrido los padres sinodales y ha marcado como trascendental la preparación al matrimonio en la adolescencia y la juventud

Cada día tres padres sinodales acompañan al padre Lombardi, portavoz del Vaticano, en el encuentro informativo del mediodía para valorar los trabajos del Sínodo sobre la Familia. Este martes le ha tocado el turno al Cardenal M. Sistach, que ha estado acompañado por el Cardenal Suárez, arzobispo de Morelia (México), y por el Cardenal Wilfrid Fox, arzobispo de Durban (Sudáfrica).
Presentado como «experto canonista» por el padre Lombardi, el Cardenal Lluís Martínez Sistach ha hecho una intervención dedicada a la importancia del Sínodo y al largo camino recorrido hasta el día de hoy: «Estamos prácticamente terminando y se ha hecho corto. Hemos caminado juntos en las plenarias y en los grupos lingüísticos. En este Sínodo hay representación de todos los países del mundo en el ministerio de Pedro». Después, durante las preguntas, el Arzobispo de Barcelona ha detallado cómo solucionar los retos y las dificultades en los matrimonios: la preparación a la boda y la rotura en la relación de los esposos.
Matrimonios con vida
Justamente este martes ha finalizado el trabajo de los círculos menores sobre la tercera parte de la Relatio Synodi y, por tanto, se han puesto sobre la mesa las perspectivas pastorales de preparación, acompañamiento y atención a los matrimonios. «En el Sínodo anterior nos centramos sobre todo en los desafíos. Este Sínodo también tiene en cuenta los retos pero se ha ampliado el tema y han salido muchos aspectos muy importantes como por ejemplo que las personas se casan para ser felices y quererse, para tener hijos… pero lo que se ha de procurar es que este matrimonio tenga vida. También se ha hablado mucho de todo lo que significa la separación para un matrimonio. Es preferible prevenir que curar», ha explicado el Arzobispo de Barcelona.
Sin embargo, para aquellos matrimonios que ya están rotos porque han fallado, el Dr. Lluís Martínez Sistach también tiene unas palabras: «La declaración de nulidad arregla un problema de conciencia pero toda separación es un fracaso para los esposos y tiene consecuencias negativas para los hijos (…) Pero los años que han pasado juntos no son años perdidos». Y, sobre todo, de esperanza: «La declaración de nulidad hace sufrir pero en la Cruz y en la muerte viene la resurrección. Y gracias a ello, podrán rehacer su familia».
Vital la preparación al matrimonio
Para evitar el fracaso matrimonial, el Cardenal M. Sistach ha propuesto una formación permanente -ya desde la adolescencia- para que «sean aptos y capaces de asumir el matrimonio toda la vida». En este sentido, ha distinguido entre una doble preparación: la más próxima al noviazgo para que los novios se preparen para el matrimonio si es su vocación y la preparación inmediata, que se debería enriquecer con contenido catequético. En ambos casos, sin embargo, es imprescindible según el Arzobispo de Barcelona «un encuentro personal con Jesucristo».
Valoración de los motus proprios
En su intervención, el Cardenal M. Sistach también ha querido elogiar las consecuencias favorables de la aplicación de la simplificación del proceso de nulidad matrimonial, materializado en Mitis et misericors Iesus y Mitis Iudex Dominus Iesus: «Estos dos motus proprios armonizan plenamente la fidelidad a la indisolubilidad y misericordia de la Iglesia: agiliza el proceso, lo hace gratuito y prioriza la localización geográfica de las personas».
Sin embargo, ha puntualizado una pequeña complicación que podría surgir en su aplicación: «El problema es que no hay en todos los tribunales eclesiásticos gente suficientemente preparada, pero esto graba nuestra conciencia de pastores: tenemos que procurar que los fieles tengan el derecho de saberlo lo más rápidamente posible». Pero lo ha resuelto en pocos minutos: «Se podría fundar una congregación religiosa o asociación de laicos abogados que enseñe derecho matrimonial y que hiciera de asesoría a los departamentos jurídicos de todas las iglesias que no tienen el personal suficiente. Si hay alguien que quiera ser fundador… «.