El cardenal Lluís Martínez Sistach ha solicitado el título de basílica para el templo de Gaudí

[CATALUNYA CRISTIANA / Carme Munté] A medida que se acerca la fecha del 7 de noviembre vamos sabiendo más detalles de la visita de Benedicto XVI a Barcelona con motivo de la consagración del templo de la Sagrada Familia. Pero lo que hasta ahora no sabíamos es que el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo de [...]

[CATALUNYA CRISTIANA / Carme Munté]

A medida que se acerca la fecha del 7 de noviembre vamos sabiendo más detalles de la visita de Benedicto XVI a Barcelona con motivo de la consagración del templo de la Sagrada Familia. Pero lo que hasta ahora no sabíamos es que el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, ha pedido a la Congregación para el Culto Divino que el Santo Padre dé el título de basílica al templo de la Sagrada Familia, título que se concede a las catedrales e iglesias importantes por su culto, por su historia, por su belleza singular, etc.

 

¿Tendremos que hablar, entonces, de basílica de la Sagrada Familia?

Sí, con motivo de la dedicación del templo presidida por el Santo Padre, ya podremos decir con toda propiedad: la «basílica de la Sagrada Familia». Pensando en la finalización de todo el exterior del templo, sueño que se pueda hacer en dieciséis años y coincida así con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí, 1926-2026. Y sueño que nuestro querido siervo de Dios pueda ser declarado beato muy pronto en una gozosa celebración litúrgica en la basílica de la Sagrada Familia. Para que este sueño se convierta en realidad es necesario que los cristianos admiradores de Gaudí lo pidamos con nuestra oración.

Después de plantearse varias posibilidades, finalmente por la tarde el Papa visitará la Obra Benéfico Social del Niño Dios.

El Papa dedicará la mañana del día 7 de noviembre la iglesia de la Sagrada Familia y esta advocación hace referencia directa a la Familia de Nazaret, pero se refiere a todas las familias que han de mirarse siempre en las virtudes y la santidad de los miembros de aquella familia: Jesús, María y José. El Papa desea estar al lado de familias concretas que viven hoy en medio de dificultades, de esperanzas y de ilusiones. Esto lo hará la tarde del día 7 de noviembre visitando la Obra Benéfico Social del Niño Dios, que tiene su sede en el Guinardó. Allí se encontrará con familias que tienen hijos con síndrome de Down y otras dificultades. Esta Obra es una fundación diocesana del año 1982 que se ha confiado a las religiosas Franciscanas de los Sagrados Corazones. Esta Obra tiene una escuela, un dispensario de día y en Tiana tiene un taller ocupacional y una pequeña residencia, y tiene en proceso construir otra más grande. Visitando esta obra, el Santo Padre desea manifestar su interés por todas las instituciones de la archidiócesis que trabajan al servicio de las personas necesitadas. El Papa bendecirá la primera piedra de la nueva residencia que se construirá en Tiana para acoger a los chicos y chicas con síndrome de Down, especialmente cuando no pueden contar con el cuidado de sus padres.

¿Cómo han recibido la noticia tanto las familias acogidas como las Religiosas Franciscanas de los Sagrados Corazones?

La noticia la han recibido con mucha alegría y satisfacción, porque tendrán al Santo Padre Benedicto XVI en casa, y podrán hablar y rezar con él. Creo que será un encuentro muy emotivo. Esta institución es una auténtica familia integrada por todas las personas: los patronos, las religiosas, los maestros, los alumnos, los facultativos y enfermeros, los monitores y las familias. Son familias que aman mucho a sus hijos y estos hijos aman mucho a sus padres y familiares. Lo digo por experiencia, ya que los conozco por algunos encuentros que he tenido con estas familias y porque tengo una sobrina con el mismo síndrome que es un trocito de cielo, y que es el centro de toda la familia.

Y para usted, a nivel personal, ¿es significativa la visita del Papa al barrio del Guinardó?

Es muy significativa, porque es el barrio donde siempre he vivido hasta que partí como obispo a Tortosa. Sin embargo, éste no ha sido el criterio para escoger la Obra del Niño Dios para que el Santo Padre pueda visitar y estar con las familias y con sus hijos niños, adolescentes, jóvenes y también adultos. Esta institución estaba desde hace algunos años en la calle Dos de Maig y para mejorar los servicios se ha podido construir la nueva sede que bendije no hace demasiado. El trabajo que realizan hace muchos años las religiosas con los demás colaboradores es muy importante y muy necesario para muchas familias que se esfuerzan por cuidar de su hijo con discapacidades. Antoni Gaudí mientras construía la Sagrada Familia, la «catedral de los pobres» en el barrio del Poblet, muy sencillo y muy dejado, construyó al lado del templo unas escuelas para acoger y educar a los niños que no tenían escolarización.

Cataluña vive un proceso de reivindicación nacional a raíz del recorte del Estatuto de Cataluña. ¿El Papa conoce la realidad nacional de Cataluña?

El Santo Padre viene a Barcelona a dedicar el templo de la Sagrada Familia que es un monumento con unas características de dimensiones, de belleza artística y de simbología bíblica y litúrgica que lo hacen casi único en el mundo y que expresa el genio del arquitecto Antoni Gaudí y la manera de ser la identidad de nuestro pueblo. Algunos visitantes, después de ver esta magnificencia, comentan que no todos los pueblos serían capaces de construir un templo como éste. Creo que Gaudí proyectando esta obra participaba de un interés y preparación litúrgica muy propia de Cataluña. No podemos olvidar que en el año 1915 ya se celebró el primer Congreso Litúrgico en Montserrat. El Santo Padre, cuando visita los pueblos del mundo ama, y los valora a cada uno de ellos. El Papa utilizará el catalán, como ya lo hizo el cardenal Bertone, su colaboradora más inmediato, en su estancia entre nosotros el pasado mes de abril. El hecho de haber aceptado la invitación que le hice para visitar nuestra ciudad y dedicar la Sagrada Familia, en medio de la cantidad de compromisos que tiene, ya es un gesto muy simbólico que pone de relieve su amor y su interés por nosotros, por Barcelona y por Cataluña.

Y la Iglesia catalana, ¿en qué sentido ha de acompañar en estos momentos la reivindicación del pueblo catalán?

En varias ocasiones los obispos hemos hecho referencia al documento Raíces cristianas de Cataluña publicado por los obispos de nuestro país hace veinticinco años y que conserva toda su actualidad especialmente sobre la identidad del pueblo catalán. Este documento se unió a las resoluciones del Concilio Provincial Tarraconense del año 1995. En relación con la Sagrada Familia, recuerdo que Gaudí decía: «Yo trabajo por Cataluña dentro de mi campo apropiado, alzando el templo, ya que el templo es lo más digno de representar a un pueblo.» Gaudí siempre se identificaba como cristiano y como catalán, y daba a estos dos calificativos un valor recíproco. Uno no sólo no excluía al otro, sino que lo explicaba.

¿Qué impresión espera que el Papa se lleve de la visita?

Deseo que se lleve una muy buena impresión de su visita, por la acogida efectiva y agradecida de los barceloneses y de todos los que vengan a Barcelona el día 7 de noviembre, de toda la diócesis y de las diócesis de Cataluña y del resto de España. Creo que se llevará una magnífica impresión al ver la belleza y la simbología de las naves de la Sagrada Familia y la participación de toda la asamblea litúrgica en la celebración de la Eucaristía presidida por el vicario de Cristo, por el «Dulce Cristo en la tierra». En nuestro país tenemos una larga historia de preparación litúrgica y participativa en las celebraciones litúrgicas. A pesar de que haya espacio en el coro para unos mil doscientos cantores, queremos que sea todo el pueblo dentro de la iglesia y fuera que canta como es muy habitual entre nosotros. Esto armoniza con lo que Antoni Gaudí llamaba «el fin del gran templo: la oración colectiva, el oficio solemne con la comunión numerosísima de todo el pueblo que canta y contesta al celebrante».

Ya se han editado los carteles oficiales de la visita. ¿Qué nos puede decir sobre ellos?

Se han editado en catalán y castellano y se han divulgado muchísimo en nuestra archidiócesis de Barcelona y en todas partes. Creo que es un lema dinámico que nos invita a salir de casa, de los pueblos y ciudades y a dirigirnos a la Sagrada Familia para encontrarnos con el Papa, donde le acogeremos y nos acogerá y nos enriquecerá con su magisterio, confirmándonos en la fe, que es uno de sus servicios específicos y muy importantes. El cartel habla del Papa y del Templo de la Sagrada Familia, por eso hemos preparado tres catequesis sobre el misterio de Pedro y de sus sucesores que son las que Benedicto XVI dio en tres audiencias de miércoles en Roma, dos sobre el siervo de Dios Antoni Gaudí, arquitecto genial y cristiano imitable, y dos sobre el templo que el Santo Padre dedicará, obra primordial de Antoni Gaudí, de quien un nuncio italiano dijo, después de visitar las obras explicadas por el arquitecto, que era «el Dante de la arquitectura». El cartel sitúa a la Sagrada Familia en medio de la ciudad, ya que se encuentra en el centro de Barcelona, y se cumple así el sueño de Gaudí. Es una presencia de Dios, es un santuario urbano, que se inserta en el bullicio de la vida de los barceloneses y que tendrá un claustro perimetral que lo aísle del ruido de la gran ciudad. El cartel invita a estar con el Papa por las calles por donde pasará en sus desplazamientos durante la tarde del día 6 y todo el día 7 de noviembre. En el cartel la figura de Benedicto XVI acoge y abraza a todos los que nos reuniremos con él.

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