El Año Nuevo en el mundo cristiano: Santa María, Madre de Dios
El día 1 de enero se celebraba, tras desaparecer la antigua fiesta mariana, la fiesta de la circuncisión del Señor, aunque debido a la reforma del calendario, el Concilio Vaticano II quiso volver a los orígenes para celebrar la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios Hoy en día, el 1 de enero, los católicos [...]

El día 1 de enero se celebraba, tras desaparecer la antigua fiesta mariana, la fiesta de la circuncisión del Señor, aunque debido a la reforma del calendario, el Concilio Vaticano II quiso volver a los orígenes para celebrar la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios
Hoy en día, el 1 de enero, los católicos recordamos a María, Madre de Dios, y la felicitamos por el nacimiento de su Hijo. Esta es la fiesta más antigua de María que hay en el calendario, aunque durante bastantes siglos había sido sustituida y eclipsada por el recuerdo de la circuncisión y la imposición del nombre de Jesús, que tuvo lugar, según las costumbres judías, ocho días después del nacimiento.
Circuncisión del Señor
Y es que el día 1 de enero coincide con los ocho días exactos desde el Nacimiento del Niño Jesús, lo que significaba que el Señor debía ser circuncidado de acuerdo con la ley del Antiguo Testamento. Todos los niños varones eran circuncidados como signo de la Alianza de Dios con el antepasado Abraham y sus descendientes:
Cuando se cumplieron los ocho días y fueron a circuncidarlo, lo llamaron Jesús, nombre que el ángel le había puesto antes de que fuera concebido. (Lc 2:21)
En los misales anteriores a la reforma de Juan XXIII, el día 1 de enero se celebraba la fiesta de la circuncisión del Señor. Pero con la reforma del calendario, en 1969, el Concilio Vaticano II decidió volver a los orígenes y celebrar la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios ya que, una vez celebrada la Solemnidad del Nacimiento debía dedicar un día solemne a la Madre de Dios.
Imposición del nombre de Jesús
El 1 de enero es cuando el Hijo de Dios se llamó Jesús. Es, por ello, que todos los que se llaman Manuel -proveniente de Emmanuel, nombre profético del Mesías- o Jesús celebran su santo este primer día del año.
Solemnidad de María, Madre de Dios
Tras desaparecer la antigua fiesta mariana, en 1931, el Papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del Concilio de Éfeso (431), instituyó la Fiesta Mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de Cristo. Pero en la última reforma del calendario, después del Concilio Vaticano II, se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con el título de Santa María, Madre de Dios.
En este inicio de año, por lo tanto, celebramos la fiesta de la Virgen -la primera fiesta mariana de la Iglesia occidental-, y se la contempla con su hijo en brazos, como un estímulo y una bendición para el año que comienza.