Dios, un padre de ternura que nos ama y tiende la mano
“Déu - diu el Papa Francesc – per comunicar el seu amor tendre de Pare al home, necessita que ens fem petits”, “davant la seva immensitat l’home necessita cercar una dimensió inversament proporcional: la petitesa de cor”

En la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, el Papa Francisco nos invita en su homilía de Santa Marta a celebrar el amor de Dios vertido sobre nosotros por Jesucristo. Francisco dice: «Dios no espera, sino que da, no habla sino que reacciona. No hay sombra de pasividad en cómo el Creador entiende el amor hacia sus criaturas».
Aquí está el Corazón de Jesús. Francisco nos dice que «Dios nos da la gracia, la alegría de celebrar en el corazón de su Hijo las grandes obras de su amor por nosotros. Podemos decir que hoy es la fiesta del Amor de Dios en Jesucristo, el amor de Dios por nosotros, el amor de Dios en nosotros».
Y cómo es esta estimación de Dios por nosotros, podemos preguntarnos. Para el Papa hay dos claros aspectos que lo definen. En primer lugar querer «es más que recibir», y en segundo «querer está más en las obras que en las palabras». «Si decimos -complementa Francisco- que el Amor está más en dar que en recibir, es que el amor es «comunicación»: siempre comunica. Y si decimos que está más en los hechos que en las palabras: el amor siempre da vida, hace crecer».
Francisco dice que para comprender esta estimación de Dios debemos ser diametralmente opuestos a Él, que es omnipotente, y por lo tanto nosotros tenemos que hacernos pequeños, sobre todo pequeños de corazón. Pero añade, todavía, un distintivo particular del amor de Dios «Él nos amó a nosotros primero. Él está siempre primero que nosotros, Él está esperando por nosotros». «Cuando llegamos -completa el Papa- Él está. Cuando lo buscamos, Él nos busca antes. Siempre está ante nosotros».
«Dios, padre de ternura que nos ama y que nos da la mano», Homilía del Papa Francisco en Santa Marta, el viernes 27 de junio de 2014