Cuatro papas, unidos por una ceremonia de canonización

El Papa Benedicto XVI concelebra la misa y protagoniza uno de los momentos más emotivos de la celebración: su abrazo con el Papa Francisco

El santoral de la Iglesia católica ya cuenta con dos nuevos santos: San Juan XXIII y San Juan Pablo II.  Más de medio millón de peregrinos de todas las nacionalidades del mundo se han trasladado hasta Ciudad del Vaticano para ser testigos de ese momento histórico. Y, más de tres cientas mil, han visto la ceremonia a través de las pantallas gigantes distribuidas por Roma debido a la falta de espacio en San Pedro.

Recuerdo de Juan XXIII y Juan Pablo II

Los tapices con los retratos de los dos Papas – los mismos utilizados para las respectivas beatificaciones- presidian la portada de la basílica mientras en la Plaza, adornada con más de 30.000 rosas procedentes de Ecuador, y en la Vía de la Conciliación cientos de miles de fieles se preparaban para la celebración rezando la corona del rosario de la Divina Misericordia, intercalada con textos del magisterio de ambos pontífices y precedida por el Himno al beato Juan XXIII »Pastor bueno de la grey de Cristo».

Una vez hecho el silencio, y en espera del inicio de la canonización, ha entrado Benedicto XVI junto a su secretario personal, Georg Gänswein. Una ovación ha estallado, con gran fuerza, entre todos los peregrinos.

Rito simplificado

La celebración ha comenzado con la Letanía de los Santos, canto con el que ha salido la procesión encabezada por los cardenales presentes y seguida por el Papa Francisco. A continuación, el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, acompañado por los postuladores de las causas ha hecho tres peticiones al Pontífice para que inscribiera a los beatos en el libro de los Santos.

Y el Santo Padre ha contestado con la siguiente oración: »En honor a la Santísima Trinidad, para exaltación de la fe católica y crecimiento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocando muchas veces la ayuda divina y oído el parecer de numerosos hermanos en el episcopado, declaramos y definimos Santos a los Beatos Juan XXIII y Juan Pablo II y los inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los Santos. En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo”.

Ha sido, en estos momentos, cuando Francisco ha ido a saludar a Benedicto XVI y se ha fundido en un abrazo con él, ante millones de aplausos que resonaban por todo el Vaticano.

A continuación han sido presentados al Papa los relicarios de los nuevos santos, que han permanecido expuestos en el altar durante la celebración: el de Juan Pablo II, contiene una ampolla con su sangre y es el mismo mostrado el 1 de mayo de 2011 mientras para Juan XXIII se ha fabricado uno gemelo ya que durante su beatificación, el 3 de septiembre del año 2000, su cuerpo todavía no había sido exhumado.

Homilía del Papa Francisco

Después de la liturgia de la palabra, en una misa celebrada en latín, el Papa ha proclamado su homilía, ante la atenta mirada del mundo entero. Francisco ha definido a San Juan XXIII como »el Papa de la docilidad al Espíritu Santo» y a San Juan Pablo II como »el Papa de la Familia». En este último caso, ha detallado que “me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene».

Autoridades

Numerosas autoridades políticas de veinte países del mundo han asistido a la ceremonia de canonización. En representación española, se encontraban los Reyes; los ministros de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo; el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

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