Cristo, la luz de la vida en el mundo
El majestuoso cirio de la Catedral viene acompañado de un pergamino que anuncia la alegría de la Pascua, la mayor fiesta de los cristianos

En la víspera del Sábado Santo se encendió en la Catedral de Barcelona el Cirio Pascual, uno de los símbolos más expresivos de la Resurrección de Cristo. Situado en el altar y adornado con una inscripción en forma de cruz, este cirio pascual va acompañado de la fecha del año y las letras Alfa y Omega -la primera y última letras del alfabeto griego- que indican que la gracia de Cristo, principio y fin del tiempo y de la eternidad, llega con fuerza nueva en el año que vivimos. Pero en el cirio pascual también se representan las llagas de Jesús con cinco granos de incienso incorporado: el superior simboliza las llagas de las espinas de la cabeza; el del centro, las del corazón; el inferior, las de los pies; y las de los lados, las llagas de las manos.
Luz y vida
La llama del cirio pascual recuerda la resurrección de Cristo pero, al mismo tiempo, la fe en Jesús resucitado y la caridad proveniente del amor, ya que fe y caridad son las virtudes teologales de los días de la Pascua. La llama y la luz que se desprenden de este cirio significan también la vida que el mismo Jesús transmite a todos aquellos que creen en Él y, por ello, esta luz se comunica a todas las velas de quienes participan en la ceremonia de la Vigilia Pascual.
Y es que cada uno con su candela encendida simboliza que es portador de la luz de su fe y de la llama o calor plasmados por la caridad y la esperanza de encontrarse con el Resucitado. Es, por ello, que la llama se transmitirá generosamente a todos los hermanos.
«Resplandece en honor a Jesucristo»
El cirio de la Catedral de Barcelona es muy majestuoso y solemne y, a menudo, viene acompañado por un pergamino que anuncia la alegría de la Pascua, la mayor fiesta de los cristianos. En la inscripción del cirio de este 2015 dice:
«En la noche de Pascua del año 2015 de la encarnación del Señor, 716 de la primera piedra de la Catedral gótica, 3º del pontificado de Francisco, 28º de la ordenación episcopal de Lluís Martínez Sistach, 11º en la sede de Barcelona, la llama del cirio comenzó a resplandecer en honor a Jesucristo a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén».