Consejos para unas Navidades sin accidentes de tráfico
El delegado de la pastoral del Tráfico pide prudencia en los desplazamientos de vehículos que se realizarán estos días, especialmente en Fin de año

En estas fechas, entre Navidad y Fin de año, nos gusta acercarnos a todas aquellas personas que, por motivos de familia y/o de amistad, se ven en la necesidad de utilizar algún medio de transporte para sus desplazamientos.
Los propósitos, ante un viaje, siempre son buenos, positivos, pero no siempre tenemos nuestra mente y nuestro cuerpo en las mejores condiciones para conducir un vehículo o ser peatones, que siempre lo somos, en un momento u otro del día.
El hecho de tener un volante entre las manos, de disponer de un vehículo muy bien fabricado no nos da derecho a creernos que somos únicos y mejores que otros. Cometeríamos un grave error.
Lo que nos da fortaleza es nuestra propia conciencia, nuestra propia responsabilidad y el regalo de poder disfrutar el viaje con los que estén con nosotros en este momento. Y todo esto, con unas ganas enormes de querernos a nosotros mismos para querer a los demás que, también, están circulando como nosotros.
La vida que todos tenemos, es un gran regalo recibido de los padres y un don de Dios, para compartir con los otros. No somos propietarios de ella; al contrario, tenemos que regalarla y por eso tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para dar Paz, dejar los egoísmos, no ser vengativos ante conducciones desenfrenadas. Y sepamos tocar suavemente el pedal del freno para alejarnos de los insolidarios: es una acción que relaja y serena.
Desde la Pastoral del Tráfico os deseamos que el Jesús de la Paz, con María y José, os ayude a disfrutar de una… ¡Feliz Navidad!
P. Josep Lluís Fernàndez
Delegado de la Pastoral del Tráfico
Arzobispado de Barcelona