Conferencia del Cardenal sobre Gaudí
El cardenal Martínez Sistach ha participado en Mallorca en los actos del centenario del obispo Pere Campins donde, este jueves, dio una conferencia sobre el papel de Antoni Gaudí como precursor del Concilio Vaticano II
«Unos cincuenta años antes del Vaticano II, Antoni Gaudí, arquitecto genial, estaba realizando las bellísimas obras arquitectónicas en Barcelona y Palma de Mallorca, y al que llamaban ‘el arquitecto de Dios’, se adelanta a la reforma litúrgica propugnada por Concilio», dijo el cardenal de Barcelona en una conferencia pronunciada el pasado miércoles, 28 de mayo, en Palma de Mallorca.
El cardenal añadió: «Con gozo participo en esta conmemoración del centenario de la muerte del gran obispo mallorquín Pere Campins y Barceló y del final de la obra de reforma de la catedral de Mallorca que realizó el arquitecto Antoni Gaudí Cornet». El cardenal puso este título a su conferencia: «Gaudí, precursor del Concilio Vaticano II».
«En definitiva -dijo el cardenal de Barcelona- conmemoramos a dos personajes: Campins y Gaudí. Dos personajes que, en las estancias de Gaudí en el obispado de Mallorca, mantenían prolongadas conversaciones sobre arquitectura religiosa y liturgia. Las obras de restauración de la catedral de Palma se prolongaron hasta 1914, hace cien años».
Gaudí se adelantó al Concilio Vaticano II. Esta es la tesis que defendió el cardenal en una exposición muy bien documentada que gustó mucho al numeroso auditorio que la siguió.
El cardenal, en su exposición, puso de relieve el significado de la reforma gaudiniana de la catedral mallorquina, en la que trasladó el corazón de la nave del templo al presbiterio para dar más espacio y mejor visibilidad de los santos oficios en todo el pueblo de Dios. También hizo numerosas referencias al significado de la basílica de la Sagrada Familia, citando lo que dijo el Papa Benedicto XVI en la homilía de la ceremonia de dedicación que presidió el 7 de noviembre de 2010.
La página web del Arzobispado se complace en ofrecer íntegramente el texto de la disertación del cardenal Lluís Martínez Sistach.
