Conducidos por la fe

Con motivo de la festividad de San Cristóbal, los conductores de la ciudad llevan sus vehículos a la capilla dedicada a su patrón para que sean bendecidos

«Buenos días. Que Dios Padre Omnipotente, por la intercesión de San Cristóbal, bendiga este coche, a su conductor y a las personas que pueda llevar». Esta era la bendición que Mn. Gabriel Carrió ha ido repitiendo a lo largo del día. Y es que, con motivo de la festividad de San Cristóbal, patrón de los conductores y viajeros, la capilla de la calle Regomir -dedicada a este Santo- ha abierto sus puertas a todo tipo de vehículos. Motos, coches, furgonetas, bicicletas, sillas de rueda, patinetes, e incluso llaves de automóviles o billetes de avión han sido bendecidos por Mn. Carrió. Desde las 10 de la mañana y hasta las 7 de la tarde, una cola de vehículos han ido desfilando por delante de la capilla. Una vez bendecidos, los conductores han recibido rosas y lavanda aunque también hay quien hace colección de medallitas o de estampas del santo, y que dejan durante todo un año dentro del vehículo.

Desde finales del siglo XX, un grupo de aficionados a los coches clásicos y de época aprovechan el día de San Cristóbal para mostrar sus vehículos en la plaza de Sant Jaume. Después de haber sido expuestos toda la mañana, los conductores los han llevado a bendecir a la capilla y a dar una vuelta por las calles más céntricas de la Ciudad Vieja.

¿Quién era San Cristóbal?

San Cristóbal es conocido por haber ayudado al niño Jesús a pasar de un cauce a otro del río. Sorprendido por el peso del niño, porque a cada paso que daba aumentaba, le preguntó a Jesús qué llevaba y éste le respondió que «los pecados de todo el mundo». Incluso el nombre de Cristóbal es predictivo ya que significa «portador de Cristo».

Actualmente, con su intercesión se pide que el conductor conduzca bien, haciendo caso a las señales de tráfico y a las recomendaciones que hay en la carretera, de manera que se conduzca «como Dios manda», con la fe hacia Dios.

¿Cómo llegó la tradición de San Cristóbal a Barcelona?

La bendición de coches es una tradición que se remonta a la Edad Media, concretamente al año 1503. En aquella época, la madre del rey Umberto de Italia era muy devota del santo y siempre llevaba su imagen en el coche. La nobleza de entonces fue copiándola hasta que la tradición se extendió por media Europa. Era por costumbre situar en las salidas de las ciudades la imagen de San Cristóbal para que los viajeros cuando salieran invocaran al santo para evitar los accidentes. Así, un barcelonés viajó a París y, viendo la tradición, pensó que se podría trasladar también a Barcelona. La capilla de San Cristóbal se situó en Barcelona en la puerta de la muralla, aunque con la ampliación de la ciudad quedó situada justo en el centro (c / Regomir, 5). En 1907 se realizó la primera bendición de coches del Estado y justo en 2007 se celebró su centenario.

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