Cerca de Dios y de los hermanos
Hoy, ser sacerdote no es fácil, el ambiente no siempre nos viene a favor, más bien debemos hacer frente a la indiferencia y a la incomprensión

¡Esto es el sacerdote! Una persona que, a pesar de ser humana como cualquier otra, ha optado por acercar a Jesús a la gente. No ha sido propiamente una decisión suya, sino la respuesta a una llamada que le ha venido de Dios mismo y en la cual muchos han contribuido a discernirla. Hoy, ser sacerdote no es fácil, el ambiente no siempre nos viene a favor, más bien debemos hacer frente a la indiferencia y a la incomprensión. Incluso, en el corazón de las familias, donde antes los padres ayudaban a los hijos al descubrimiento vocacional y se creaba en cada hogar un clima que lo favorecía. ¿Por qué este cambio? ¿Qué ha sucedido? ¿Ocurre esto en nuestra casa? ¿Qué hacer para que nuestra reacción sea «cristiana»? ¡Trabajemos en ello!
La misión del sacerdote es muy clara. La oración del prefacio de la Misa Crismal, refiriéndose al sacerdote de Jesucristo, dice: «Él elige a hombres de este pueblo para que, por la imposición de manos, participen de su sagrada misión. Ellos renuevan en nombre de Cristo el sacrificio de la redención, preparan a tus hijos al banquete pascual, presiden a tu pueblo santo en el amor, lo alimentan con tu palabra y lo fortalecen con los sacramentos. Tus sacerdotes, Señor, al entregar su vida por ti y por la salvación de los hermanos, van configurándose a Cristo, y han de darte así testimonio constante de fidelidad y amor.»
El papa Francisco lo describe de forma muy sugerente cuando habla de la misión de comunión que tiene el obispo como pastor de la diócesis y que comparte con todos los sacerdotes que forman el presbiterio: «Para eso, a veces estará delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para ayudar a los rezagados y, sobre todo, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos» (EG 31). ¡A pesar de todo, la experiencia mayoritaria de sentirnos amados y acompañados nos reafirma en la convicción de que la misión del sacerdote es estar junto a Dios y los hermanos!
Sebastià Taltavull Anglada
Obispo auxiliar de Barcelona
Administrador apostólico de Mallorca