Celebración religiosa por las víctimas de Germanwings

El Cardenal Sistach preside una ceremonia muy emotiva que ha finalizado con el pésame de los Reyes y del Arzobispo de Barcelona, ​​uno por uno, a los familiares de las víctimas

150 velas en la escala del presbiterio de la Sagrada Familia recordaban a las 150 personas que murieron en el accidente del vuelo Barcelona-Düsseldorf del pasado 24 de marzo. 150 velas que han llevado hasta el presbiterio los alumnos del instituto de Llinars del Vallés que acogieron a los 16 jóvenes de intercambio alemanes fallecidos en el accidente. Se trata de uno de los momentos más emotivos de la ceremonia religiosa por las víctimas. Pero no el único. El rezo del Padre Nuestro al unísono, proclamado por las más de 1200 personas que han participado en la celebración, también ha emocionado a los asistentes y a los espectadores. Y, sobre todo, el consuelo a los familiares y amigos de las víctimas, uno por uno, por parte de los Reyes de España; del Arzobispo de Barcelona; del jefe de Estado, Mariano Rajoy; del presidente de la Generalitat, Artur Mas; y de los representantes de las tres religiones que han asistido al acto. Ha sido durante este consuelo cuando los familiares se han emocionado, viendo la enorme proximidad y apoyo institucional que recibían.

Recepción a los Reyes de España

Antes de comenzar la ceremonia, el cardenal Sistach ha recibido a Sus Majestades los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, en la fachada del Nacimiento y los ha acompañado hasta sus asientos ubicados en el presbiterio. También en esta zona, pero justo delante de los Reyes, se han situado el representante judío, Jorge Burdman; el evangélico, pastor Guillem Correa; y el musulmán, Mohammed Halhoul Debboun, que han intervenido al final de la ceremonia.

Velas por las víctimas

Con el canto de entrada en seis lenguas diferentes, interpretado por el Coro de Cámara Francesc Valls, se ha dado inicio a la ceremonia religiosa. La procesión de entrada ha sido uno de los momentos más emotivos para los asistentes, ya que 150 jóvenes del Instituto de Llinars del Vallés -escuela que acogió a los estudiantes alemanes antes de que cogieran el avión hacia Düsseldorf- han depositado una vela cada uno en los escalones de acceso al presbiterio. La fuerza de la luz de las velas ha iluminado con intensidad el centro de la Sagrada Familia, como símbolo de la esperanza de una vida eterna.

En la procesión de entrada también se ha podido ver a Mn. Iurii Stasiuk, sacerdote ucraniano de rito griego-católico y coadjutor de la parroquia ucraniana de Barcelona, ​​así como a los obispos concelebrantes: Mons. Josep Ángel Sáiz-Meneses, obispo de Terrassa; Mons. Francesc Pardo, obispo de Girona, y Mons. Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona.

Liturgia de la Palabra

La familiar de una de las víctimas ha sido la encargada de leer la primera lectura, extraída de la Carta de San Pablo a los Romanos. Con un tono melancólico pero seguro, ha hecho resonar en el templo: «Mientras vivimos, vivimos para el Señor, y cuando morimos, morimos para el Señor». Seguidamente del salmo responsorial, un diácono de la Iglesia de Barcelona y el sacerdote ucraniano han proclamado el Evangelio leído en castellano y cantado en griego, respectivamente.

En su homilía, el Cardenal Sistach ha expresado su afecto a las víctimas y a sus familiares: «Todos deseamos encontrar en la oración el consuelo y la paz que Dios nos puede dar en estos momentos de sufrimiento». Pero también les ha dado un mensaje de consuelo ahora que «la muerte violenta y repentina de nuestros queridos hermanos podría como paralizar la vida de quienes los aman muchísimo. Sin embargo, el mensaje paulino que hemos escuchado nos debe dar coraje para vivir para el Señor y para los hermanos, por amar a Dios y amar a los hermanos, esperando con la ayuda y la misericordia del Señor encontrarnos un día con ellos en la Jerusalén celestial». El Arzobispo de Barcelona no ha olvidado la festividad de la Virgen de Montserrat: «A ella confiamos especialmente a nuestros hermanos que murieron en ese vuelo aéreo que acabó en los Alpes franceses».

A continuación, y en diferentes idiomas, se han leído las oraciones de los fieles, en la que han participado personas relacionadas con el accidente: familiares y amigos de las víctimas, miembros del cuerpo de rescate y voluntarios que han apoyado a los damnificados. Todos ellos se han unido a la oración de todos los fieles para la salvación de sus almas.

Liturgia de la Eucaristía y ritos de la comunión

Sin duda, la unión de todos los participantes en una sola voz rezando el Padre Nuestro ha sido otro de los momentos más emotivos de la ceremonia, que ha proseguido con el ritual de la paz. El Cardenal Sistach se ha dirigido hasta donde estaban SSMM los Reyes para darles la paz.

En el momento de la comunión, ha comulgado el Cardenal Sistach quien ha comenzado distribuyendo la comunión a Don Felipe y Doña Letizia. Posteriormente, los concelebrantes principales, Mons. Sáiz-Meneses y Mons. Pardo han comulgado como también lo ha hecho el pueblo fiel.

Parlamentos

Una vez finalizada la eucaristía, ha sido el turno de los representantes de la religión judía, evangélica y musulmana, que se han querido unir al dolor de los familiares y amigos de las víctimas. Guillem Correa, presidente del GTER y secretario general del Consejo Evangélico de Cataluña, ha sido el primero en dar apoyo a los presentes: «Jesús nos promete consuelo. También encontramos consuelo en su amor, que no nos es lejano. Es un amor cercano que nos anticipa un amor aún mayor. En las palabras de Jesús encontramos promesa de reencuentro». Y es que en la estima y en el amor hacia Dios se encuentra el consuelo.

También el responsable del departamento de diálogo Interreligioso de la Comunidad Israelita de Barcelona, ​​Sr. Jorge Burdman, ha querido acompañar en este doloroso momento a los asistentes aunque él mismo ha terminado su intervención llorando: «No hay palabras en todo un diccionario para definir la palabra ‘dolor’. Es siempre una palabra muy dura. Todos los que estamos aquí, todas las religiones que vivimos en armonía en Cataluña, queremos ponernos hoy en el lugar del otro, de lo que ha sufrido. Quisiera hoy estar lo más cerca posible a los que realmente necesitan nuestro apoyo: los familiares, hoy también familiares de todos nosotros. Estad siempre acompañados y, después de un año, intenten volver a la vida a través de la acción».

Por último, Mohammed Halhoul Debboun, secretario general de la Federación Consejo Islámico de Cataluña ha mostrado su empatía por los familiares de las víctimas: «Queremos expresar nuestra solidaridad, acompañamiento y cercanía a los familiares de cada una de las víctimas. Nuestras comunidades -a pesar de la diferencia de creencias- se unen a todo el dolor de Cataluña y España afectadas por este accidente».

Afecto y proximidad para todos

En momentos de dolor como estos, los Reyes y el Cardenal Sistach han querido descender del presbiterio para demostrar su ayuda y proximidad, protagonizando momentos de intensa humanidad. Todos ellos -así como las autoridades civiles y los otros representantes religiosos- han querido dar el pésame, uno por uno, a todos los familiares y amigos de las víctimas que han asistido a la Sagrada Familia: muchos lloraban; otros, cabizbajos, explicaban su experiencia; pero todos se habían unidos en la oración por sus difuntos. Descansen en paz.

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