Cáritas Diocesana de Barcelona reclama protección y acogida efectiva para las personas solicitantes de asilo
La Iglesia de Barcelona, a través de Cáritas, acogerá los demandantes de asilo en el albergue de La Conreria de Tiana

Los sangrientos e inhumanos acontecimientos de los que estamos siendo testigos en la Frontera Este de Europa (Serbia, Grecia, Macedonia…) nos ponen ante los ojos una realidad de la que no podemos ni queremos rehuir. La mayoría de estas personas provienen de Siria, Irak y Afganistán, así como de Pakistán, Libia, Malí, Eritrea y Somalia. Su objetivo no es otro que buscar una situación y un contexto de paz que no tienen en sus países de origen y buscar refugio en la Unión Europea. Según nos informan las Cáritas sobre el terreno, estas personas se quedan en un “limbo legal” en los países de acogida en esta ruta balcánica.
Necesitamos un cambio de política migratoria y de refugio
El estrepitoso fracaso de la “política migratoria” sólo tiene la mirada fijada en el control de flujos por motivos de seguridad y propicia el discurso del miedo a la venida de quien es diferente. La situación que se está viviendo en las fronteras (Lampedusa, Ceuta y Melilla, Serbia, Grecia, Macedonia…) son consecuencias estructurales de esta política, no las causas.
Es el momento de abordar este reto impidiendo que estos acontecimientos que nos llenan de dolor y de vergüenza se reproduzcan de forma cíclica. La única solución propuesta por los gobiernos, la vía de la seguridad, no es viable, ni en términos de humanidad ni en términos políticos. Por eso reclamamos una respuesta política que reconozca los derechos de las personas. Es el momento de reconocer que el otro, aunque sea diferente, también es sujeto de derechos.
Europa y España no pueden perder esta oportunidad para replantear las políticas desarrolladas hasta ahora. Necesitamos respuestas estructurales en los países de origen, y mientras estas no se aplican, urgen respuestas de emergencias humanas y humanitarias para atender la situación actual.
Desde la red de Cáritas en Europa, reclamamos:
• canales seguros y abiertos de entrada legal a la UE;
• la introducción de un visado humanitario, fácilmente accesible y asequible, a través de les embajadas de los países de origen y tránsito;
• facilitar la reunificación familiar de los refugiados y los migrantes para unirse a sus familias en la UE;
• la aplicación de la intercambiabilidad de las embajadas de diferentes Estados miembros de la UE para facilitar el acceso a terceros países;
• la ampliación de los programas de admisión humanitaria y la participación en más reasentamientos.
El vía crucis del proceso de solicitud de asilo
El derecho de asilo es un derecho humano internacional reconocido por la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la Convención de Ginebra y en la Constitución Española. Pero el proceso para pedir protección internacional (ya sea como refugiado o protección subsidiaria) suele alargarse una media de 3 años. Durante el proceso, hay muchos elementos que hacen que sea un proceso largo y muchas veces finalizan con la denegación de las peticiones. Durante el proceso de resolución, la no asignación de recursos inmediatos o su limitación temporal no les permite estar protegidas (vivienda, alimentos, trabajo…) y hace que estas personas vivan situaciones de grave vulnerabilidad. Por último, también se da el caso de personas que tienen familia aquí y para mantenerse unidas, renuncian a las plazas en centros residenciales en otras provincias. En este sentido, consideramos totalmente insuficiente las 28 plazas disponibles en Cataluña (en 2014, se recibieron 786 demandas según el IDESCAT).
La respuesta de Cáritas Diocesana de Barcelona
En los últimos meses, Cáritas ha estado dando soporte económico directo a muchas de estas familias a través de las entidades que gestionan estas demandas. Sin dejar de trabajar para los colectivos y necesidades que estamos atendiendo, Cáritas Diocesana de Barcelona pone a disposición los recursos de los que dispone para paliar las situaciones de sufrimiento de estos colectivos, tanto de los ya existentes (plazas de equipamientos como Camils, Almeda, itinerarios de inserción laboral, cursos de lengua…) como de los que estamos activando, como las 40 plazas al albergue de La Conreria (antiguo seminario menor) y la puesta en marcha de 5 o 6 pisos para familias solicitantes de asilo de aquí a diciembre.