Càritas constata el aumento de personas que no pueden cubrir las necesidades más básicas.

[Càritas Diocesana] 50.512 personas se han dirigido a Càritas de las diócesis de Barcelona, Sant Feliu de Llobregat y Terrassa, de  enero a octubre de 2010, porque han necesitado ayuda para costear los gastos más básicos: alimentación familiar, alquiler y pago de habituaciones, recibos de la luz, agua y gas, transporte y libros y material [...]

[Càritas Diocesana]

50.512 personas se han dirigido a Càritas de las diócesis de Barcelona, Sant Feliu de Llobregat y Terrassa, de  enero a octubre de 2010, porque han necesitado ayuda para costear los gastos más básicos: alimentación familiar, alquiler y pago de habituaciones, recibos de la luz, agua y gas, transporte y libros y material escolar.

El principal problema que presentan las personas atendidas por Càritas, aquellas que están en plena edad laboral, es una altísima tasa de paro que supera el 62%. Solo un 11 % cuenta con un empleo con contrato.

Càritas constata el aumento alarmante de situaciones personales y familiares, en las cuales la falta de expectativa laboral sume a la persona en el desánimo y la postración. Solo el soporte – sobre todo de las familias – y de las entidades de atención social, públicas y privada, alivia en parte los graves problemas de tantas familias: las de aquí y las que han venido de fuera, que viven desde hace años entre nosotros y han trabajado – mientras esto les has sido posible – en muchas labores que parte de la población de aquí no deseaba realizar.

Frente a esta realidad, Càritas pide a los Gobiernos la máxima prioridad en la atención a las personas. También el máximo rigor en la gestión del gasto para conseguir la máxima eficacia social y para que, de una vez por todas, el derecho al trabajo y derecho a disponer de casa sean derechos reales y permitan a las personas hacer frente – con su trabajo, esfuerzo y capacidades – a las necesidades de las familias y las personas. Si para ello es necesaria la modificación de leyes que sitúan a la especulación y el lucro por encima de las personas, este es el momento de hacerlo.

Càritas confirma, una vez más y no cejará en su empeño de decirlo, que las personas no desean subsidio, lo que piden es trabajo.

Càritas hace un ruego a los partidos políticos para que en la próxima campaña electoral no utilicen la inmigración como pretexto, favoreciendo actitudes xenófobas que solo agravarán los problemas e convivencia en los difíciles momentos actuales.  

Pide que sepamos, entre todos, ver y valorar, por encima de todo, a las personas y no sus rasgos étnicos diferenciales.

Càritas seguirá ofreciendo tanto como le sea posible respuestas, ciertamente limitadas, a los problemas que hoy tienen planteados tantas personas y familias.

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