Cardenal Sistach: «Santa María del Mar tiene una belleza singular y una rica historia»

Palabras del Sr. Cardenal de Barcelona, ​​Dr. Lluís Martínez Sistach, en el acto de inauguración de las obras de restauración del ábside y cantorías de la Basílica de Santa María del Mar. Barcelona, ​​8 de julio de 2013 Celebramos un acto muy importante, para la Iglesia, para Barcelona, ​​para Cataluña y para la espiritualidad, por [...]

Palabras del Sr. Cardenal de Barcelona, ​​Dr. Lluís Martínez Sistach, en el acto de inauguración de las obras de restauración del ábside y cantorías de la Basílica de Santa María del Mar. Barcelona, ​​8 de julio de 2013

Celebramos un acto muy importante, para la Iglesia, para Barcelona, ​​para Cataluña y para la espiritualidad, por la cultura y por el arte.

Hacer algo bonito y necesario en la Basílica de Santa María del Mar es siempre muy importante, dada la belleza singular, la rica historia y la atracción que despierta en una multitud de personas.

Como nos cautiva esta esbeltez, rebosante de espiritualidad que lleva a tantísimas personas a la interiorización, en busca de trascendencia, del encuentro con la belleza y, en definitiva, con Dios. Todo esto ha sido posible porque este monumento fue pensado y construido con fe cristiana. Aquellos tiempos no eran tiempos de laicismo. La cultura laicista que quiere reducir las manifestaciones religiosas en el seno de las conciencias, no facilita estas manifestaciones religiosas.

Inauguramos la restauración de las cantorías del ábside. Lo hemos podido hacer con la colaboración de la Archidiócesis de Barcelona y de la Generalitat de Catalunya. Sin el acuerdo y mutua colaboración económica no se hubieran podido hacer estas restauraciones.

Pienso que la Iglesia y la Generalitat nos debemos entender para conservar y mejorar el patrimonio cultural y artístico de Cataluña, de la Iglesia, de la Administración o de fundaciones y otras instituciones. La Iglesia debe conservar una multitud de monumentos: muchos de ellos vivos, como las iglesias, abiertas al culto. Históricamente, el hecho de depender de la Iglesia ha posibilitado en la mayoría de los casos que se hayan conservado hasta por aquello por lo que se construyeron. Son propiedad de la Iglesia, pero están al servicio del pueblo para el culto y para la contemplación de su belleza.

La Generalitat contribuye a colaborar en la conservación de estos monumentos del patrimonio. Es una tarea que le corresponde porque tiene la responsabilidad de conservar debidamente el patrimonio que está en Cataluña.

Pienso que el Convenio vigente sobre estas obras y las que seguirán es una manifestación patente del mutuo interés que tiene la Generalitat y la Archidiócesis de Barcelona en la conservación y mejora del patrimonio cultural y artístico.

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