Campo Limpo, un contraste en el bienestar
La diócesis de Sao Paulo ha acogido a numerosos grupos de peregrinos de diferentes partes del mundo que han podido comprobar la realidad de las afueras de la ciudad Una semana es casi suficiente para conocer cómo es un barrio. Y más si día tras día se hacen misiones por las calles y se llama [...]

La diócesis de Sao Paulo ha acogido a numerosos grupos de peregrinos de diferentes partes del mundo que han podido comprobar la realidad de las afueras de la ciudad
Una semana es casi suficiente para conocer cómo es un barrio. Y más si día tras día se hacen misiones por las calles y se llama al timbre de cada casa, hablando con las personas que viven en el barrio y viendo cada día los niños jugar a cometa, siempre con una sonrisa.
En este sentido, Campo Limpo es un barrio de contrastes. Al lado de una gran casa puede haber otra a medio construir, sin barandillas en el balcón.
Los niños no tienen juguetes y, menos, aparatos tecnológicos pero son felices jugando en la calle con una cometa hecha manualment, sin que los padres les vigilen ni un momento. Es habitual también encontrarse perros o gatos abandonados por las calles o, incluso, perros que protegen las casas de gente pobre.
En muchas paredes de la ciudad hay pinturas con frases dedicadas a Jesús o a la religión, ya que la mayoría de la población es católica en Brasil. Incluso algunos particulares ceden sus garajes para celebrar misa el sábado por la noche. Son transformados en una capilla provista de todo lo que se necesita para celebrar la eucaristía.
Otros datos de interés
En Campo Limpo conviven cuatro comunidades diferentes, con un total de 45.000 habitantes. Se trata de un barrio que se encuentra en la frontera de la favela más grande de Sao Paulo y contribuye a la economía brasileña, aportando un 5% del PIB. En Brasil la situación es diferente de la de Europa ya que a todas las iglesias se las llama parroquias.