Cambio de la cesta por el rosario
El Dr. Martí Bonet continúa su recorrido por las capillas laterales de la Catedral con una mítica imagen que tienen la mayoría de parroquias de Barcelona: la de la Virgen del Rosario

Hay una fecha que actúa como punto de inflexión: 1571, batalla de Lepanto. En ese año fue cuando se instituyó la fiesta del Rosario y cuando la famosa Virgen de los Huevos se convirtió en Virgen del Rosario. Y es que los fieles comenzaron a centrarse en los misterios de Jesús y de la vida de la Virgen. Por tanto, la Virgen del Rosario coge el talante de la histórica Virgen de los Huevos, cambiando la cesta por el rosario. Y lo mismo sucede con la cofradía del Rosario, que se convirtió en una caja de ahorros a interés cero. En este contexto, y ante la creciente devoción por el rosario, los artistas barrocos quisieron hacer pinturas y esculturas dedicadas a los misterios de Nuestro Señor y de la Virgen. Y uno de los retablos más bellos de Barcelona dedicado a la Virgen del Rosario se encuentra en una capilla lateral de la Catedral.
Capilla del Rosario
Esta capilla lateral tiene un retablo barroco de Agustí Pujol (1617-1620) que pudo ser salvado milagrosamente después de la Guerra Civil y que está compuesto por dos cuerpos con tres calles, con una escena de la coronación de María como Madre de Dios en la parte superior. De arriba a abajo y de izquierda a derecha se podrán ver las imágenes de la flagelación de Jesús, la Anunciación, la Asunción, la Virgen del Rosario, la Resurrección, y la Natividad del Señor. A los lados del altar, se pueden apreciar unas uvas que simbolizan el vino eucarístico y donde aparece el diablo -en forma de serpiente- que hacen patente cómo es posible que en la Iglesia entre la maldad.