Buena Semana Santa, con una circulación responsable

Cuando comenzamos un año nuevo, una de las cosas que acostumbramos a hacer es mirar las fechas de las fiestas, si la Semana Santa cae más pronto o más tarde, para desconectarnos del mundo laboral y, a veces del personal.

Ahora bien, las circunstancias que vive nuestra sociedad, aquella más cercana a nosotros, nos hace reflexionar sobre si es adecuado mirar a tan largo término cuando a nuestro lado hay situaciones de trabajo inseguras, personas mayores a las que cuidar, hijos en edad de estudio y crecimiento o el hecho de pasar por la experiencia de la pérdida de un ser querido.

Más, a medida en que tenemos constancia de la proximidad de la fiestas o fiestas y escuchamos a la gente lo que tiene previsto hacer, donde irán, nos invade una especie de nerviosismo y duda que nos hace variar de pensamiento y decidimos, si las economías nos lo permiten, emprender un camino diferente al normal o habitual.  

Y es aquí, desde el pensamiento cristiano, hemos de tener en cuenta lo que es más conveniente y bueno para conseguir el bienestar de todos: el de los nuestros y el propio. Quedarse en casa no es nada malo, salir a visitar nuestro entorno cercano, es bueno y engrandece el espíritu y, si empremos un viaje, hemos de poner todo nuestra concentración a la hora de conducir y siempre como viandantes que somos.

Dios que es Padre y Madre de todos, desea lo mejor de cada uno de nosotros, no nos desea ningún mal y, siempre, nos respeta todo lo que hacemos ya que somos libres para optar por las cosas más buenas y que hacen felices a los demás. Es por eso, que hemos de hacer en esta Semana Santa, un  motivo de proximidad entre todos nosotros sin olvidarnos que Jesús dio su vida, para que nos amemos como lo dice en el Evangelio de Juan (15,21) : “Aramos los unos a los otros como yo os he amado”.

Desde la Pastoral del Tránsito, buena Semana Santa y jubilosa Pascua de Resurrección!!!