Borràs: «No basta ir hacia los demás, la Iglesia debe salir al encuentro»
El vicario general de Lieja, que ha explicado cómo se ha de comunicar la Buena Nueva en las grandes ciudades, ha destacado que "el Evangelio es Cristo que se comunica y nosotros somos los testigos"

Con un catalán perfecto, Alphonse Borrás ha saludado a los asistentes aunque, excusándose, ha continuado en castellano con su ponencia ‘La comunicación del Evangelio en la gran ciudad: ámbitos, actores, medios’. Borrás ha comenzado diciendo que «la Iglesia debe escuchar y aceptar ser acogida en los lugares de los otros. Hay que dialogar con los contemporáneos».
Nueva evangelización o comunicación del Evangelio
El sacerdote de Lieja considera que se debe comunicar el Evangelio «evitando un estilo uniforme de comunicación» ya que se trata de un testigo del encuentro vital de cada uno con Dios. La evangelización presupone la humanización, que se basa en la movilidad. El tradicional homo urbanus ha convertido en homo mobilis ya que la capacidad de moverse es su capital. Aquellos que no se mueven en la ciudad moderna, quedan excluidos de la actividad intrínseca de la ciudad.
En la gran ciudad, cada función corresponde a un servicio. La Iglesia, en este sentido, ha de transformar a los ciudadanos en «clientes» por medio de un proceso de diálogo. Y es que, a pesar de ser ultramodernos, todo el mundo busca satisfacer sus necesidades y dar respuesta a las cuestiones vitales. En el campo religioso, por lo tanto, los ciudadanos buscan satisfacer las necesidades espirituales y, por ello, quieren calidad y un personal competente. «Y, a veces, hay que reconocer que la táctica de los fieles se contrapone con la de los sacerdotes», expresa Borrás.
¿Cómo comunicar el Evangelio?
El sujeto primero de la evangelización es la Iglesia en toda su diversidad y, obviamente, sus componentes: laicos, consagrados y clero. Pero también hay que tener presente la figura del forastero, del extranjero. Porque vivir en la gran ciudad significa ir al encuentro de los demás. «La Iglesia debe salir para ir al encuentro, no basta en ir hacia los demás. No somos ni propagandistas ni meros mensajeros» ha pronunciado el canonista.
El Evangelio debe comunicarse expresando el amor de Dios, pero también de manera alegre, animada, vital y, sobre todo, con mucha paciencia. El que lo predica debe ser flexible para que «pueda articular las ideas de acuerdo con la realidad» e intentar resolver los conflictos, si los hay, con una lógica de comunión y fraternidad. Sin embargo, Borrás ha destacado que se ha de trabajar a largo plazo sin obsesionarse por los resultados a corto plazo.
¿Como deben acoger las parroquias?
El vicario general de Lieja propone, como práctica pastoral, una presencia acogedora de la parroquia, un desafío capital para la Iglesia de hoy. Se trata de «el arte del acompañamiento», como dice el Papa Francisco, que se basa en ver a los demás como potencial hermano cristiano, un verdadero interés para acompañarlo. Alphonse Borrás ha concluido su ponencia reiterando que «se debe animar y buscar el protagonismo cristiano de los ciudadanos».