Amparados por la Virgen
Tal y como dicen los gozos a la patrona de Barcelona, la Virgen de la Merced: "Princesa de Barcelona proteged vuestra ciudad"

El arzobispo, Juan José Omella, apenas iniciando su ministerio pastoral en Barcelona, ​​quiso ponerse a los pies de la Virgen de la Merced, patrona de la archidiócesis, y de la ciudad de Barcelona. Al día siguiente de su toma de posesión como nuevo arzobispo celebró la eucaristía en la Basílica de la Virgen de la Merced donde, después de rezar ante la imagen de la Merced, quiso depositar, simbólicamente, la mitra y el báculo, signos de su servicio a todos los barceloneses.
Todos sabemos que la Madre de Dios, la Virgen María, es una sola, pero que tiene muchas advocaciones, nacidas y arraigadas en la piedad popular, que hacen que María proteja a todos y en todas partes. En su homilía en la Merced el arzobispo, Juan José Omella, hizo una similitud entre la Virgen de la Merced, protectora y liberadora de los cautivos, y la Virgen de la Misericordia, que es la Virgen de su pueblo natal y que en su iconografía se presenta abriendo su manto para cobijar a todos sus hijos, creyentes o no, tal como el arzobispo ha querido reflejar en su escudo episcopal.
Por eso hoy queremos ofrecerle la más antigua oración mariana, Bajo tu amparo, fechada en el siglo III dC, que es estimación y es solicitud de protección:
«Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!«
Tal y como dicen los gozos a la Virgen de la Merced: «princesa de Barcelona proteged vuestra ciudad».