Altamira
El descubrimiento de las pinturas rupestres más famosas de España llega al cine poniendo la ciencia y la fe en discordia con el director de 'Carros de fuego'

La relación entre la ciencia y la fe es uno de los temas que a menudo aparece en el cine, como es el caso de La Duda de Darwin (2009), La Teoría del Todo (2014), Ágora (2009), entre otros, que a menudo contraponen o ligan los dos conceptos. El director de Carros de fuego (1981), Hught Hudson vuelve al cine la película Altamira, protagonizada por Antonio Banderas, quien pondrá rostro al descubridor de las pinturas rupestres de esta cueva, las cuales dieron un giro a la concepción de la creación.
Sinopsis
La película sitúa al espectador en el año 1879, cuando el arqueólogo aficionado, Marcelino Sanz de Sautuola y su hija de ocho años descubren en la costa de Santander (Cantabria) una de las obras prehistóricas más importantes de la historia : las pinturas de Altamira. Estas marcan un punto aparte en la historia de la humanidad, ya que darán lugar a una nueva interpretación de la creación.
Este hallazgo arqueológica pondrá en confusión a la sociedad de aquella época. Por una parte todos los devotos de la iglesia católica, entre ellos la mujer de Sautuola, así como, a los ministros de la iglesia, la mayoría de los que lo interpretará como un ataque hacia el Evangelio. Por otra parte, también, los del gremio científico se añadiran a la disputa, como el reconocido arqueólogo Émile Cartailhac, que tachará al protagonista de farsante. Todo este panorama llevará a la familia a una situación de crisis e inestabilidad.
«Pinturas más bien pálidas»
«Pinturas más bien pálidas», de esta manera se titulaba la crítica que publicó El Periódico, para manifestar el poco acierto del filme, en general. Las críticas no han sido muy benévolas con este relato cinematográfico sobre la gran hallazgo arqueológico. Aunque algunos lo han valorado por la ambientación y la fotografía, parece que no deja de ser más que una película entretenida. Otros como el experto en cine espiritual, Mn. Peio Sánchez, hablan directamente de una producción «quiebra». Según éste, la relación que se plantea en torno a la ciencia y la fe «es poco profunda, superficial y simplista». «La ciencia aparece como un conflicto falso, que no hace más que enaltecer un personaje», añade.