31 mártires barceloneses serán beatificados en Tarragona
El próximo domingo 13 de octubre se beatificará a 19 Hijos de la Sagrada Familia y 1 laico, 9 Mínimas y 1 laica, y 1 sacerdote diocesano El Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a publicar cuatro decretos, correspondientes a mártires del siglo XX en España. En total, el [...]

El próximo domingo 13 de octubre se beatificará a 19 Hijos de la Sagrada Familia y 1 laico, 9 Mínimas y 1 laica, y 1 sacerdote diocesano
El Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a publicar cuatro decretos, correspondientes a mártires del siglo XX en España. En total, el próximo 13 de octubre se beatificará a 522 mártires en Tarragona, 31 de los cuales de la diócesis de Barcelona.
Hijos de la Sagrada Familia
Jaume Puig y 18 compañeros más serán beatificados en Tarragona, junto con Sebastian Llorens, un joven laico exalumno. Todos ellos murieron por fidelidad a Jesucristo y a su vocación de Hijos de la Sagrada Familia. Habían ofrecido sus vidas para trabajar en favor de las familias y ratificar esta entrega con una muerte cruel. Son, por ello, Mártires por la familia.
El proceso o investigación diocesana, iniciada en 1994, se realizó conjuntamente con la archidiócesis de Barcelona. Obtenida la validez jurídica del proceso en 1997, se entregó la Positio o Ponencia en 1999. En el congreso de los teólogos y en el ordinario de los prelados ha sido reconocido el martirio de todos los Siervos de Dios, confirmado ahora por el Papa Francisco.
Mínimas
Nueve monjas del Monasterio de Monjas Mínimas de Barcelona, ​​junto con una laica, también serán beatificadas el próximo 13 de octubre. La Madre Montserrat así como ocho hermanas mártires ofrecieron su vida como testimonio de su fe. Todo el que las conoce atestigua de ellas la ejemplaridad en sus vidas. Con su desangramiento siguieron el compromiso recibido por su fundador: «rezar constantemente por la paz». La laica que será beatificada es la hermana de una de las monjas y las asistía en los quehaceres externos del Monasterio.
Un sacerdote diocesano
Se trata de Josep Guardiet y Pujol, el rector de la sonrisa, que fue rector de la Basílica del Pi de Barcelona. Destacaba por su amabilidad y sentido del humor. El padre Josep Guardiet era un rector incansable que solía decir: «procuremos tener siempre más trabajo del que podamos hacer».