148º Peregrinaje Diocesano a Lourdes
[Hospitalidad de Lourdes – Xavier Gambus] A la luz del tema pastoral inspirado por el Santuario de Lourdes para el año 2010: «Hacer la señal de la Cruz con Bernadette», la Hospitalidad de Barcelona, en el año de su centenario, ha peregrinado los días 24 a 28 de junio a aquel Santuario pirenaico donde la [...]
[Hospitalidad de Lourdes – Xavier Gambus]
A la luz del tema pastoral inspirado por el Santuario de Lourdes para el año 2010: «Hacer la señal de la Cruz con Bernadette», la Hospitalidad de Barcelona, en el año de su centenario, ha peregrinado los días 24 a 28 de junio a aquel Santuario pirenaico donde la Virgen se apareció a Bernadette el 11 de Febrero de 1858 y posteriormente en 18 ocasiones más.
Como nos recuerda Mn. Andreu Oller, consiliario, la Hospitalidad como asociación de fieles, ahora y siempre, ha estado bajo la señal de la cruz y ha vivido el misterio de la cruz como institución y en las personas de sus miembros. La voluntad firme de peregrinar a Lourdes a lo largo de 100 años, a pesar de las dificultades de cada momento histórico e institucional, acompañando y sirviendo personas con diferentes enfermedades y discapacidades, tanto del cuerpo como del corazón, ha sido la mayor expresión de este signo de la fe.
Este año eran 285 enfermos los que peregrinaban a Lourdes, acompañados de 135 peregrinos, 565 voluntarios para su servicio, entre los que queremos destacar la presencia de más de 150 jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y 25 años.
La peregrinación, que desde el año 2007 se realiza en autocar, se puso en marcha desde diferentes localidades de nuestras diócesis el día de San Juan a las 8 de la mañana para llegar a Lourdes alrededor de las 5 de la tarde. Este año estábamos alojados en el Accueil Saint Frai (Hospital) que se encuentra situado en el centro del pueblo.
La peregrinación propiamente dicho comenzó el viernes día 25 con la misa de presentación que se celebró, como ya es habitual, en el altar de la explanada del Rosario y que fue presidida por el consiliario diocesano. Después todos juntos nos pusimos delante de la Basílica del Rosario para hacernos la tradicional foto conmemorativa.
Por la tarde tuvo lugar un acto penitencial en el prado de enfrente de la Gruta con confesión particular para todos aquellos que así lo desearon, precedido por la celebración del Camino del Agua, que este año se ha hecho con el Vía Crucis, que nos recuerda como Jesucristo, por su cruz, nos lleva a la Fuente de la Vida. Además, recogiendo una propuesta que el Santuario hace a todas las Hospitalidades que este año peregrinan a Lourdes, hemos llevado con nosotros una cruz que presidió todas nuestras celebraciones y que, al final de la peregrinación, dejamos plantada entorno del Calvario de los Bretones.
Por la noche de ese mismo día participamos en la tradicional procesión de las antorchas, que con la asistencia de más de 1.000 enfermos, venidos de todo el mundo, representó un estallido de alegría, y mientras íbamos caminando, recitando los misterios del Rosario, cantábamos con todas nuestras fuerzas el Ave de Lourdes, de tanto en tanto una estrofa de nuestro Virolai recordaba a todos los fieles la presencia de la peregrinación de Barcelona, Sant Feliu de Llobregat y Terrassa. Después al volver al Accueil y antes de acostarnos, un vaso de leche caliente, acompañado de Coca de San Juan traida expresamente desde nuestro país para degustar, en este momento.
El sábado, fue un día de grandes emociones, por la mañana participamos en una misa celebrada ante la Gruta, que presidió el Sr. Obispo de Lleida, Mons. Joan Piris Frigola, ya que la Hospitalidad de Lleida, con la que coincidimos en Lourdes, celebraba su 25 aniversario. Los cantos de la misa se repartieron entre un coro que acompañaba a la Hospitalidad de Lleida, la Escolanía de la Sagrada Familia de Barcelona, y el Grupo de Animación de la Hospitalidad de Barcelona. Después de la misa todos los enfermos de Barcelona pasamos por el interior de la Gruta.
Después de comer, aquellos que lo quisieron, fueron a piscinas para tomar el baño siguiendo con el ritual tradicional y luego todos juntos fuimos a la capilla de Santa Bernadette donde se celebró un acto conmemorativo del Centenario de la Hospitalidad de Barcelona en el que se explicaron los datos más importantes de nuestra historia y también se recogieron los testimonios de un abanico de personas que iba desde los voluntarios más antiguos, con más de 50 años de servicio hospitalidad, las experiencias de algún enfermo, y para acabar se recogió el de los más jóvenes.
A la salida de este acto participamos en la Procesión Eucarística, que sale del altar que hay en el prado, delante de la Gruta, y la posterior bendición con el Santísimo Sacramento en el interior de la Basílica subterránea de San Pío X. Un hospitalario de Barcelona tuvo el honor de acompañar, con gran emoción y paz interior, al Sr. Obispo de Lleida en el momento de la Bendición de los enfermos.
Por la noche llegó a Lourdes el Emmo. y Rvdm. Cardenal de Barcelona Dr. Lluis Martínez Sistach, que no había podido viajar con el resto de la peregrinación como consecuencia de la ordenación episcopal de Mons. Salvador Cristau, Obispo auxiliar de Terrassa, y tuvo la oportunidad de hablar con los jóvenes que habían organizado una vela de oración.
El domingo Misa Internacional, otra vez éramos casi un millar de enfermos y el número de peregrinos que llenaban la Basílica sería del orden de las 10.000 personas. Estaban presentes las Hospitalidades de Barcelona, Sant Feliu de Llobregat y Terrassa con 250 enfermos, la de Sevilla con 45 enfermos, Ciudad Real con 180 enfermos, Castellón de la Plana con 180 enfermos, Lleida con 65 enfermos, y Murcia-Cartagena con 220 enfermos, además había unos 200 enfermos italianos, un grupo de 10 personas de la organización inglesa HCTP, y un grupo de 35 enfermos americanos acompañados por un grupo de jóvenes voluntarios.
La misa fue presidida por el Cardenal de Barcelona y concelebrada por 150 sacerdotes, 60 de ellos distribuyeron la comunión a los enfermos y demás peregrinos asistentes. A la salida de la Misa Internacional, el Cardenal, acompañado de todos los sacerdotes que habían concelebrado se dirigió a la Gruta para rezar el Angelus a María. Entre tanto nuestros enfermos se situaron en las inmediaciones del Calvario de los Bretones, para ver como el Sr. Cardenal, con la colaboración del presidente de la Hospitalidad clavaba la cruz que había presidido todos nuestros actos, y que estará allí durante los próximos tres años.
Por fin, y para acabar todos juntos nos dirigimos al Cine de la Forêt, para terminar allí nuestra peregrinación compartiendo una paella muy especial, y que ya empieza a ser tradición. Nos acompañarán en la mesa, además del Sr. Cardenal y de la Junta Directiva de la Hospitalidad, varios representantes del Santuario y de la Hospitalité Francesa, así como tres personas, especialmente invitadas, de la Hospitalidad de Sevilla.
Una vez acabado este acto festivo pudimos disponer de tiempo libre para prepara los equipajes y empezar a pensar en la peregrinación del año que viene.